domingo, 30 de junio de 2013


Pierde peso eliminando estrés




Seguramente conocerás algún caso donde a partir de una situación laboral o familiar estresante se comenzó a ganar peso. Siempre he mantenido que para conseguir los mayores resultados debemos acudir a la causa y no al efecto. En estos casos donde la ansiedad o estrés provocado por una situación del entorno, puede ser la responsable del aumento de peso. Veamos que podemos hacer para conseguir los mejores resultados en estos casos.
Aunque no lo creamos, el estrés es una respuesta natural de nuestro organismo que durante miles de años le ha servido al ser humado como mecanismo de supervivencia (lucha y huida). Ante cualquier situación de peligro o alarma, nuestro cuerpo reacciona con una serie de reacciones químicas y mecánicas que predisponen a nuestro organismo en una situación de alarma para producir respuestas rápidas. Las glándulas adrenales comienzan a lanzar hacia el torrente sanguíneo varias hormonas, a las que se les conoce como hormonas de estrés, entre ellas adrenalina y cortisol que ayudan a aumentar la producción de energía y la fuerza muscular. Hace miles de años, estas reacciones eran necesarias para la supervivencia de la especie, hoy en día continúan presentes y produciéndose, pero sus efectos ya no resultan positivos.
Ante una situación estresante, nuestro organismo segrega estas hormonas que tienen la misión de obtener energía de forma rápida, acuden a los depósitos de energía y vuelcan al torrente sanguíneo gran cantidad de glucosa, energía muy rápida y lista para consumir. Algo muy interesante y fundamental ante situaciones de lucha o huida ante un peligro. Sin embargo, hoy en día no luchamos y mucho menos salimos corriendo para salvar la vida, así que de repente nos encontramos con una elevada cantidad de glucosa en sangre que no tenemos forma de eliminarla, al final nuestro organismo almacena este exceso en forma de grasa. Pues si, paradójicamente lo que hace milenios nos garantizaba conservar la vida, hoy en día provoca sobrepeso e hipertensión, las principales causas de muerte en el mundo occidental. Paradójico ¿verdad?
Hay que advertir que no toda situación de estrés es contraproducente, solo su forma negativa, el denominado "distrés", resulta perjudicial para nuestra calidad de vida. Si se produce, una opción es controlar esas reacciones para aprovechar sus beneficios y minimizar sus efectos nocivos sobre la salud. En este aspecto, el ejercicio físico es una gran herramienta de canalización del estrés, es una estupenda vía de escape para liberar energía y ofrece una liberación a las reacciones que sufre el organismo.